Descripción
Si hay algo que se encuentra por encima de la supervivencia, es el descifrar y transmitir quienes somos. Su importancia radica en que para no sentirnos un animal más, partimos de las ideas que rodean al >>yo<<, una labor compleja ya que no se encuentran definidas ni determinadas, todo con la intención de hallar un significado más profundo que la mera existencia sin razón.
En la sociedad actual se destaca la razón, bajo la lógica de los números; nuestra mente se encuentra sometida a un constante estado de ansiedad. La construcción del yo, se visualiza siempre de manera presente como resultado final de lo que somos y no de lo que nos hizo, y la construcción de la identidad se ve viciada por la búsqueda de lo novedoso, no solo anhelamos algo nuevo para huir de lo viejo, sino que buscamos nuevas oportunidades bajo la premisa de mejorar nuestras vidas, por momentos nuestra auto-construcción ligada al progreso, nos impide reconocer que somos libres.
En palabras de Sartre, “el ser precede a la esencia”, ignorar el ruido, y calmar la mente en un intento de suprimir la visualización del presente como un resultado final, nos puede ayudar a esclarecer “todas las cosas que no somos en el presente, pero que posiblemente podríamos ser”.
Las ideas artísticas, al igual que las preconcepciones intelectuales en torno ¿quién soy yo?, nacen de la comprensión de nuestros deseos existenciales, los cuales se articulan a través del sentido que el creador tiene de sí; después de todo al ser protagonistas de nuestra propia vida, somos creadores de la narrativa que contamos y nos contamos, misma que nos puede esclavizar o liberar.